III Trail Belmonte: la crónica

El III Trail Belmonte ha sido la confirmación del éxito, y también una reacción a una necesidad de la Asturias rural, la imperiosa necesidad de dinamizar las zonas rurales a través en este caso del deporte, y es que allí en Belmonte de Miranda tienen herramientas de sobra para poder hacerlo. Y no sólo con la Travesía y el Trail, si no que podrían realizar un montón de actividades #outdoor con el fin de atraer al concejo el tan codiciado turismo deportivo.

La implicación de un concejo

El Trail Belmonte ha sido un completo éxito, un éxito compartido entre el comercio local, el concejo y la organización de la prueba. Seguro que en próximas ediciones buscan la excelencia, pero ha día de hoy han encontrado la formula perfecta para hacer de su carrera una actividad atractiva.

Mi Trail Belmonte

Me presento en la línea de salida de Belmonte con la única idea de disfrutar cuanto pueda de la experiencia. El calor es asfixiante, va a ser una jornada dura. Tengo las pulsaciones disparadas, es algo que confirmo al poner la cinta de pecho. 

Se da la salida de la prueba, por delante 19 kilómetros con algo casi 900 metros de desnivel positivo. Los dos primeros kilómetros me pongo en cabeza, pero llego al tercero y las piernas no van, me empiezan a pasar corredores, y hasta el kilómetro 6 me cuesta hasta caminar rápido. Voy 30 pulsaciones por encima de lo habitual, pero poco a poco consigo ir cogiendo ritmo y doy recuperado algunas posiciones antes de llegar al alto de la prueba. 


La subida por la calzada romana es espectacular y al ser casi todo el trazado entre la arboleda el efecto del calor es mucho menor, ir con camiseta es insoportable, en las zonas altas debe haber unos 34 grados de temperatura.

Un acierto por parte de la organización es poner mangueras con agua en los avituallamientos a modo de ducha (nos habéis salvado la vida). Casi a mitad de carrera están Shey y Aleix, chute de ánimos para descender. En este punto contaba con recuperar un poco las pulsaciones y poder correr más rápido. 

No lo consigo del todo, sí que doy corrido un poco más rápido, pero la media de pulsaciones sigue casi en 180 bpm y eso es un límite fisiológico infranqueable, así que me dedico a disfrutar del descenso que por partes se pone muy divertido. 

Llego a Belmonte y en meta está esperándome Aleix para entrar en meta juntos como siempre. 😊

2 horas 8 minutos de disfrute!!