Hoy ha sido un día diferente y especial, había carrera, pero tenía que ir acompañado, me habían citado a las tres de la tarde con Pilar, una galgo que pertenece a galgastur y la cual está dispuesta a correr, así que la recojo a la hora pactada para que antes de la carrera podamos conocernos un poco, nunca antes he corrido con ningún cánido.
Es tranquila, tras ocho años seguramente de muchos sin-vivires parece que ha encontrado la calma y la paz, en todo su cuerpo se aprecian bien las huellas de una vida como se suele decir "perra", heridas rasguños y manchas de posiblemente alguna operación.
Es noble y no guarda rencor hacía el ser humano, al contrario se deja querer por todos y un sorprendente número de personas se acerca a saludarla.
No bebe, no se sienta, no da tirones y no ladra al resto de cánidos, solo espera a mi lado, se mete entre mis piernas y juega, su mirada no es triste, si no que es esa mirada profunda de quien a visto millones de imágenes pasar por sus retinas.
Me dan unas galletas para ver si se ánima a correr un poco, creo que hoy no está motivada para ello, busco las distintas formas de correr, para ver cual es la más cómoda para los dos.
Nos llaman a todos por megafonía, en unos segundos arranca la carrera.
Le doy una galleta para intentar que se anime un poco, nos ponemos en la primera linea de salida, 3. 2, 1...
Arrancamos, la gente sale muy rápido, pero la primera respuesta de Pilar parece buena, corre, no tanto como me gustaría pero lo hace, delante nuestra hay dos corredores pero lejos de continuar con el ritmo que llevamos, Pilar se me empieza a quedar, tengo que tirar de ella, trato de animarla para que corra un poco más, se me para, hoy quizás no sea un día bueno para correr, le doy otra galleta, se ánima y corre otro poco, todo es tirar y me da la sensación de que en cualquier momento se va a parar por completo, imagino que es difícil para un perro correr tirando de su dueño, por que también es difícil cuando esto pasa al revés.
Sigo animándola por que lo importante es llegar y no cuanto tardes en hacerlo, al llegar a la zona del hipódromo se ánima y corre un poco más rápido, es una buena forma de terminar, no ha sido una distancia demasiado grande, apenas dos kilómetros, han participado 288 corredores y al final hemos conseguido llegar entre los veinte primeros si no me fallan las cuentas, eso realmente es lo de menos, lo que importa es que hoy hemos disfrutado los dos del día, espero que los días que queden en la vida de Pilar sean al menos la mitad de felices y tranquilos que este.
Quiero dar las gracias a la organización de la carrera en especial a Barcia y a Pilar, es ya su cuarto año y cada edición se van superando con una exquisita organización, también mencionar a David de Galgadas el cual fue un placer saludar, y que se fue con el primer puesto del cajón, y como no gracias a todos los que lucháis por los derechos de todos estos animales y a todos aquellos que les dais el mismo incondicional cariño que ellos mismos os brindan.