CRÓNICA: IV TRAIL SAN ALBERTE

Como siempre repito, es un placer correr en casa, y correr en Ribeira siempre es correr como local.
 


Han sido unas cuantas veces las que he podido correr allí, y en todas ellas he tenido la sensación de hacerlo en familia, las carreras aquí son diferentes en todos los aspectos, guardan perfectamente la esencia de las carreras por montaña y el espíritu del trailrunning sin necesidad de grandes alardes presupuestarios ni de grandes estrellas, tan solo lo justo y necesario, corredores y montaña. 
Y quizás sea esa la sencillez que me gusta, que me motiva, que me atrae, la del hacer las cosas bien hechas con lo necesario para hacerlo, ni más, ni menos. 

Así que de golpe y porrazo se juntan más de 300 dorsales, para correr el Trail de San Alberte, por delante 14 kilómetros y unos cientos metros de desnivel, lo que hace presagiar que va a ser una carrera de las que te dejan la lengua trapo a la altura de los tobillos. 
Y así es, dan la salida, y como si de una carrera de galgos se tratase, vamos todos detrás de la liebre, en este caso Lois Pachita, uno de los mejores corredores hoy día en Galicia (y en Galicia se corre). Yo voy bien, a mi ritmillo de 8 meses sin dorsal, así que mi preocupación es disfrutar, pero me encuentro bien, y que narices, corro, corro mucho, pero esta gente corre más, no por ello se me quita la sonrisa o el poder levantar de cuando en vez la cabeza para disfrutar de un atractivo recorrido entre pinares, pero siguen pasándome como cazas, y prometo que no voy despacio. 
 
En las bajadas y subidas más técnicas es donde mejor me encuentro, pero se hace muy complejo ponerse adelantar a gente ya que suelen ser sendas muy estrechas. 
 
El recorrido es muy de cross, pero sin lugar a duda mucho más bonito, hacemos el avituallamiento donde bebo un sorbo de agua, y continuo encontrándome cada vez con más ganas. 
 
 
 
A partir de ese avituallamiento, ya no hay muchas variaciones ni adelantamientos exceptuando la última subida fuerte, donde visualizo delante de mí a unas 30 personas.
¿Quien me pusiera por delante sólo otros cinco kilómetros más? .
 
El caso es que una vez más veo la meta, y una vez más (que sean todas) Aleix me está esperando para correr con papi.
 
Me supo muy bien, volver a correr, me supo muy bien pasar el fin de semana con Sheyla y Aleix, por que una vez más e incondicionalmente me apoyan en todo, y es que han sido unos meses difíciles, en los que alguna pequeña regañina he recibido por no entrenar absolutamente nada, pero la verdad es que era su tiempo el tiempo de ellos, así que por todo ello, gracias.

Gracias también a Pelé, Revolutrión, Edu, y Lois, hacéis una gran labor por nuestro deporte, por conservar sus valores y fomentarlo, carreras así, hechas entre amigos, de corredores para corredores, con presupuestos tan ajustados como de 8€ el dorsal hacen que este sea un deporte desinteresado y ejemplar.

Gracias una vez más y espero veros pronto. <<<<<<<ENLACE<>>>>>>

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