Crónica: OI TRAILWALKER MADRID

Estamos en una de esas jornadas predestinadas, no se si a que salga todo bien o a que salga todo mal, esta semana ha sido caótica se nos ha caído parte del equipo, y yo... bueno mi estomago.... lo que el quiera sin más, le he prometido a Alfonso que a la mínima molestia no arriesgo abandono, estamos bien por que tengo el 80% de participaciones en dicha rifa, no obstante estos últimos días sin gluten he mejorado, algo que tan a corto plazo no me da más esperanzas.

Tenemos suerte, somos afortunados, por que tenemos los ingredientes necesarios para que sea un día espectacular, y esos son la amistad y un equipo humano inmejorable, comenzando por Aleix, Shey, Bea y nuestro Carlos, lo que nos ha cuidado este hombre este fin de semana, y es que todo está convirtiéndose en una experiencia que convivirá con nosotros el resto de los días.

La OI Trailwalker da comienzo, 100 kilómetros por delante, lluvia, sol, tormenta, risas, dolores, lamentos, abandonos, lucha, miles de palabras podrían describir las situaciones de los más de 400 valientes que junto con nosotros tomaron la salida a las 9 de la mañana desde Loyozuela. La palabra que mejor define nuestro transito por ella es la "entrega", y es que cada uno de nosotros se entregó para que todo saliera bien.

Comenzamos la carrera adelantando a equipos, poco a poco sin prisa, el recorrido de la prueba es agradable para correr en equipo, contamos chistes, disfrutamos y dejamos que poco a poco vayan cayendo los kilómetros, entorno al kilómetro 15 no me encuentro demasiado bien, siento durante un momento nauseas, y me planteo parar en el avituallamiento si la cosa no mejora, voy capeando el temporal, la cosa no ha ido a más, así que voy concentrado y tranquilo, ellos que voy decir, se están divirtiendo de lo lindo, y aunque la idea era correr a ritmo moderado las balas son las balas.

Nos plantamos en el kilómetro 25 y allí nos espera el primer avituallamiento amplio, que se convierte en inmenso, en el está el resto del equipo y eso enseguida nos da un plus para continuar. Todo va cogiendo un color un poco más alegre, me voy relajando y cada vez disfrutamos más.

En el paso por Manjirón estamos muy arriba, súper animados, todo está saliendo bien, nos encontramos todos con fuerzas y se pone a llover, ahí comenzamos a comer ya en condiciones, jamoncito, gominolas, arroz etc... diluvia, cae piedra, es igual. estamos haciéndolo bien, y el equipo de apoyo sublime.

Marchamos terceros, llevamos casi toda la carrera en esa posición, y aunque es un dato menor que no es transcendente para nuestra carrera hace ilusión, con el paso de los kilómetros vamos restándoles tiempo a los segundos, dejando eso si que nuestra carrera siga siendo nuestra, y poco a poco paso a paso nos plantamos en Loyozuela de nuevo, tras una experiencia brutal con Alfonso, Manu, David, Carlos, Shey, Bea, también anduvo Roncero por allí y Aleix.

Muchas cosas han hecho de esta, una prueba especial, la principal la calidad humana, un sabor de boca especial en un fin de semana para el recuerdo, gracias familia por darlo todo.
Para mí como corredor ha sido un punto de inflexión, todo el año peleando por saber que me pasaba en el estómago y al fin hemos conseguido dar con la tecla.
Y Gracias también a Salomon por formar parte de este bonito reto.










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